jueves, 14 de agosto de 2008

Nuestro mundo


Antes de nada, voy a evitar cualquier tipo de presentaciones por el hecho de que no soy quienes pensáis que soy. Simplemente imaginadme como uno de vosotros durante unos pocos minutos… no pido demasiado. Quiero mostraros algo. ¿Qué? ¿Estáis preparados? Entremos por aquellos desconocidos rincones que jamás habéis mostrado interés en conocer para empezar nuestro recorrido. ¿Listos? Venga, pues.

En nuestro mundo las cosas no son como en la realidad, ni siquiera como en los sueños. Los callejones son tan largos como cortos; llenos de color, grandes puertas y todas aquellas cosas que siempre vemos en algún lugar de nuestra imaginación. Éstos llegan a todos los lugares, e incluso al punto de partida sin tener que retroceder en ningún momento. Cada rincón que está oculto es otro mundo donde se puede hacer todo lo que se desea sin tener que preocuparse por las normas y por el condenado tiempo. Los problemas, la guerra, la pobreza, el hambre… nada de de eso existe. Sólo la persona que vive ahí es la que es consciente de sus actos y la que tiene en su mano la decisión de hacer lo correcto.

Seguramente pensaréis que hablo de un sitio concreto que he visto en alguna película psicodélica u de ciencia ficción, o que me lo he imaginado después de haberme tirado horas fumando y bebiendo, o que directamente no existe tal lugar. Lo siento pero es mucho más que eso. De hecho, llegados a cierto punto, las cosas comienzan a ser tan abstractas que casi hablamos de un mundo inefable.

Algunos, por no decir la gran mayoría, se pasan todos los días consumiendo alcohol cutre y barato, tomando ciertas drogas y yendo a discotecas famosas llenas de gente para estar junto al tumulto y demostrar que son personas activas, divertidas y sociables. Es decir, son personas que viven en un mundo metafísico y normal donde el interés por aprender no existe dado que ninguna situación lo requiere y no se piensa porque nunca es necesario.

Sin embargo, otras personas, en cierta parte una pequeña minoría, van por la noche a lugares oscuros y apartados, a la playa, a sitios vacíos, etc., para mirar un cielo estrellado junto con la gente que más quieren en compañía de alguna “ele” y un par de botellas de buen “vodka”. Estas personas son las que viven en aquel mundo abstracto lleno de sentimientos, tanto tristes como felices, reflexiones y rincones para escapar de ese tumulto y ser completamente libres.

Por tanto, o vives con los pies puestos en la tierra comiéndote la cabeza intensamente y rayándote cada día hasta más no poder, o vives lo suficiente como para ser uno de ellos. En cualquier caso, los mundos son aquellos sitios donde cada uno vive consigo mismo cada día; eso es lo que hace que existan por muy abstractos que sean… La verdadera diferencia que existe entre unos y otros es lo que defiende cada uno.

El nuestro recibe el nombre de 58

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