miércoles, 6 de agosto de 2008

Miradas y percepciones no lejanas


Recientemente he escuchado cosas que pensaba que nunca oiría. Todo esto me ha hecho pensar mucho y, a base de comerme intensamente la cabeza, he optado por hacer un poco de hermenéutica. En otras palabras, he analizado una serie de comportamientos y hechos para llegar a alguna conclusión. Posiblemente, hablar de lo mismo puede llegar a rallar, pero esta vez las cosas tienen sus diferencias. De hecho, son mucho más complejas y profundas. La mayoría de las cosas se basa en las actitudes.

He oído por ahí, no hace mucho, que algunas personas lo están pasando verdaderamente mal por múltiples causas. Éstas para poder camuflarse han de fingir y dibujar sonrisas forzadas hasta más no poder. Seguramente por dentro sienten tanto odio como tristeza, ya que el hecho de mirar y aceptar el presente puede llegar a ser un castigo que haga más grande sus vacíos existenciales.

Recuerdo que en los meses de octubre y noviembre todo era muy distinto… Si comparase todas las diferencias presentes puede que llegue a una conclusión de lo más contradictoria. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que las cosas no están tan bien como estaban antes. Es muy posible que algunos no piensen lo mismo, pero en realidad ellos sabrán por dentro lo que es cierto y lo que no. No basta sólo con afirmar; tiene que haber más.

Cada día contemplo toda la tristeza que está dispersa por mi alrededor. Cada vez es más abundante, y lo peor es que escasean los remedios contra ésta, ya que la multitud tiene una serie de métodos completamente ineficaces. Pero básicamente se debe a su forma de pensar… Resulta desolador ver a gente que no puede más porque no se le deja en paz, personas que sufren cuando tienen que integrarse…

Presiento que todo lo que se ha ido forjando durante tiempo acabará de repente y sin por qué’s de forma que todo quedará en el aire. Da igual cuanto te lo hayas podido currar, ya sean amistades, relaciones… si al final nada va a valer una puta mierda. Todo forma parte de la maldita conveniencia y como conclusión, lo único que se habrá conseguido es una gran pérdida de tiempo. El primer resultado será decepción y el siguiente la desesperación. Conozco varios casos, y éstos van de menos a más. Hablan de egoísmo y egocentrismo para justificarlo todo… ¿Y ya qué coño importa? Si encima la culpa luego la tienes tú por decir lo que piensas y lo que son las cosas.

Más tarde la situación se hará más profunda y tendrás la opción de retroceder y perderlo todo o finalizar lo que parecía interminable. ¿Qué es lo que hay que hacer? Como la elección es de las cosas más complicadas que existen en esta vida, lo mejor es ver que te conviene a ti y dejar de pensar de una vez por el resto, ya que por ese motivo uno está dónde ésta y cómo está. Como dice Kase.O: “Mira, el final es para todos igual”. Así que, a estas alturas, no sé si es necesario comerse la cabeza para llegar a este tipo de conclusiones, porque a la larga, todos compartimos el mismo final...

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